Para llegar hasta aquí los estudiante de Medicina hemos tenido que luchar y ser constantes durante toda nuestra etapa estudiantil, tenemos que tener vocación y no desistir nunca por muy difícil y lejos que se encuentre el final de esta aventura.
Ser médico (o querer serlo en mi caso) no es sólo una profesión, sino una forma de vida; supone estar siempre dispuesto a ayudar en lo que sea posible a la persona que demande tu ayuda. Así mismo, requiere estudiar durante toda la vida, puesto que la medicina se encuentra en constante evolución.
Después de una prueba en la que se exige lo mejor de nosotros para poder acceder a esta formación, conseguí alcanzar lo que tanto había deseado: ser una estudiante más de medicina.
Me encuentro justo en el ecuador, aunque soy consciente de que lo que me queda es mucho más duro de lo que llevo hasta ahora. Una vez acabemos la carrera universitaria, deberemos enfrentarnos a otra prueba que marcará el resto de nuestras vidas, el examen MIR, que determinará que especialidad médica podremos aprender. Es fácil que caigamos en la frustración, puesto que hemos de competir con nuestros compañeros por conseguir una plaza en la especialidad deseada.
Ser médico supone realizar la historia clínica, llevar a cabo las exploraciones físicas, elaborar un diagnóstico y elegir un tratamiento para cada paciente que se nos presente. Ellos necesitan que demos lo mejor de nosotros y debemos dárselo. Y para ello estamos todos estos años de formación, para el día de mañana, ser capaces de hacerlo.
Temía que la carrera me decepcionase, que no fuese lo que tanto esperaba, lo que tanto había deseado, pero ha superado mis expectativas y mucho más. Me está encantando el aprendizaje, y aunque aún me queda mucho, cada día quiero saber más y adquirir más conocimientos, para el día de mañana poder decir a boca llena, que sí, que soy médico!!
Ser médico (o querer serlo en mi caso) no es sólo una profesión, sino una forma de vida; supone estar siempre dispuesto a ayudar en lo que sea posible a la persona que demande tu ayuda. Así mismo, requiere estudiar durante toda la vida, puesto que la medicina se encuentra en constante evolución.
Después de una prueba en la que se exige lo mejor de nosotros para poder acceder a esta formación, conseguí alcanzar lo que tanto había deseado: ser una estudiante más de medicina.
Me encuentro justo en el ecuador, aunque soy consciente de que lo que me queda es mucho más duro de lo que llevo hasta ahora. Una vez acabemos la carrera universitaria, deberemos enfrentarnos a otra prueba que marcará el resto de nuestras vidas, el examen MIR, que determinará que especialidad médica podremos aprender. Es fácil que caigamos en la frustración, puesto que hemos de competir con nuestros compañeros por conseguir una plaza en la especialidad deseada.
Ser médico supone realizar la historia clínica, llevar a cabo las exploraciones físicas, elaborar un diagnóstico y elegir un tratamiento para cada paciente que se nos presente. Ellos necesitan que demos lo mejor de nosotros y debemos dárselo. Y para ello estamos todos estos años de formación, para el día de mañana, ser capaces de hacerlo.
Temía que la carrera me decepcionase, que no fuese lo que tanto esperaba, lo que tanto había deseado, pero ha superado mis expectativas y mucho más. Me está encantando el aprendizaje, y aunque aún me queda mucho, cada día quiero saber más y adquirir más conocimientos, para el día de mañana poder decir a boca llena, que sí, que soy médico!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario